SANTIAGO DE CHILE.- La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de la Argentina presentó una protesta formal ante la visita del papa Francisco a Chile y calificó como “un insulto” su llegada al país vecino por los casos de abusos perpetrados por curas en territorio chileno.

“La visita del Papa a Chile no puede pasar desapercibida por nosotros. Es un insulto la llegada de Bergoglio cuando hay compañeros que han sido abusados por curas en ese país y mientras la Santa Sede ha ignorado los pedidos de la ONU de aclarar sus casos”, dijo el representante legal de la Red, Carlos Lombardi.

El escrito, presentado ante el cónsul general de Chile en la provincia de Mendoza, Eduardo Schott, pide a las autoridades de ese país a que inste al Jefe de Estado del Vaticano a que cumpla con el reclamos de la ONU de acabar con la pedofilia en el clero católico.

En el documento se denuncia la existencia de “un sistema de encubrimiento que se encuentra enquistado en la organización y funcionamiento de la Iglesia Católica, cualquiera sea el lugar donde haya habido abusos sexuales” y por los que la Santa Sede no ha dado respuesta. “En el 2013 y en el 2015, dos comisiones distintas de la ONU exhortaron a la Santa Sede a que elimine el flagelo de la pedofilia de raíz, pero sin perjuicio de las expresiones del Papa, no hemos visto resultados”, indicó Lombardi.

Según adelantó Lombardi, hoy se hará una presentación de un escrito similar al consulado del Perú en Mendoza para que las autoridades de ese país sean las que insten al Papa a cumplir con las demandas de las Naciones Unidas. “Esperamos que tenga buena recepción a las autoridades diplomáticas de manera que nuestro reclamo le llegue al Papa”, cerró Lombardi.

Escaso fervor

Vecinos, taxistas, comerciantes y hasta guías de turismo coinciden en que las expectativas por la visita papal “difieren muchísimo” de las que se generaron por el viaje de Juan Pablo II en 1987, cuando el clamor por verlo de cerca era unánime.

En ese sentido, el cruce internacional Libertadores no presentaba el flujo de vehículos esperado y tampoco fue necesario aún poner en práctica el operativo de “encapsulamiento”, que dejaría pasar tandas de 250 vehículos y cortaría el tránsito de camiones para agilizar el cruce. “No hay un movimiento masivo de gente, las encuestas indicaban que hay un 50% de chilenos que están conformes con su visita y otro 50% que la critica”, comentó un taxista que circulaba por la céntrica zona de La Moneda, sede del gobierno chileno. (Télam)

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